sábado, 1 de agosto de 2009

Pastoral Juvenil Vocacional

Habiendo culminado la reflexión que hicimos junto al Sepsur sobre la Pastoral Juvenil-Vocacional, a partir de hoy queremos compartir con ustedes LÍNEAS DE ACCIÓN para trabajar en esta área vital de nuestra propuesta evangelizadora.
Surgen de la vida de nuestros jóvenes iluminada por la reflexión y quieren volver a ella, para que tengan cada vez más Vida Abundante. Se han elaborado nueve líneas de acción, que por razones de espacio dividiremos en cuatro entregas. Las líneas de acción quieren ser la orientación de una “puesta en práctica” que con creatividad decidirá cada comunidad.
Entonces, ¿cómo hacemos? Aterrizando estas orientaciones según la realidad de nuestra obra, buscando armar proyectos que ayuden y acompañen a nuestros chicos y chicas a armar su propio proyecto de vida.
Los envíos contendrán además experiencias concretas de nuestras obras que ya se vienen realizando y que responden a esas necesidades juveniles.
¡Manos a la obra!!!


1. Nuevas rutas: orientaciones operativas
Las Líneas de Acción son grandes cauces por donde correrá, de cara al futuro, nuestra Pastoral Juvenil Vocacional. Orientan y direccionan la acción, para aprovechar todos los medios, recursos, experiencias, tradición e intuiciones, y ofrecernos la gran posibilidad de crear el futuro.
Están elaboradas después de un largo camino que parte de la contemplación de la realidad, hace su análisis y la sistematiza. Reflexiona luego teóricamente desde ella, para poder sustentarla y orientar las acciones futuras.
Las Líneas de Acción están redactadas de modo que recogen cuatro elementos fundamentales del camino planificado:
Qué hacer (acción concreta)
Desde dónde hacerlo (enfoque teórico, orientación)
Para qué hacer (finalidad, en el sentido de objetivos que buscan transformar la realidad de donde hemos partido)
Hacia dónde (utopía)
Han sido elaboradas desde tres dimensiones fundamentales de nuestra vida:
Experiencia vocacional, personal y comunitaria: manifiesta la dimensión ineludible de la experiencia propia y la vivencia comunitaria de la vocación específica, ante los planteamientos del mundo de los jóvenes.
Juventud y cultura: refiere a la condición juvenil, territorios y espacios que habitan, y lógicas de acción cultural, en cuanto que confrontan con las formas de la vida religiosa existentes.
Carisma e institución: apunta a la tensión existente entre las formas de organización institucional y la resignificación de los espacios pastorales actuales, atendiendo a las necesidades, intereses y demandas de los jóvenes.
Ruta 1:
*Vivir junto con las y los jóvenes experiencias de búsqueda
desde la certeza de que la voluntad de Dios se discierne en el análisis de la realidad, a la luz de su Palabra,
para generar juntos espacios significativos de fe que ayuden a realizar opciones de vida evangélica,
hacia la vivencia y permanencia en la profundidad del discipulado cristiano salesiano.

Ruta 2:
*Permitir que los jóvenes nos ayuden,
desde la certeza de que Dios nos habla en ellas y en ellos, y sus costumbres,
para cambiar estilos de oración, moldes y estructuras de nuestra vida religiosa salesiana que nos han alejado de ellos,
hacia la conversión integral y la renovación de nuestro estilo de vida.