Un apostolado muy especial

¿Cuándo y Cómo surge el Oratorio de San Agustín?

El Oratorio nace aproximadamente hace un año y medio, ante la necesidad de querer salir a la calle a buscar a pibes necesitados de amor y cariño como lo hacía Papá Don Bosco. También surgió ante la necesidad de tener contacto con el “Cristo Villero”, para seguir alimentando nuestro corazón oratoriano, y así poder llegar a esos chicos que tanto necesitan de algunas palabritas, o simplemente un rato de alegría.
La idea de comenzar este Oratorio en el barrio San Agustín, fue propuesta por Cristian “Indio” Aguirre (Actual animador del oratorio), que también el quiso responder a las necesidades que el Padre Luís María Tomatis le planteaba. El Padre Luís es el Sacerdote actual de la Parroquia San Agustín, impulsador de nuestro oratorio.

¿Cómo se llama el Oratorio?

El Oratorio se llama “Ceferino Namuncurá”, ya que cuando leímos la historia con los pibes, a todos les gustó, y todos se propusieron ser útiles para su gente.

¿Quiénes lo animan?

Gracias a Dios en este momento somos muchos los animadores que podemos seguir empujando esta “casa”, algunos son de la Parroquia Don Bosco, y otros de la Parroquia San Agustín.
Por parte de la Parroquia de San Agustín, están ayudando a animar Eduardo, Rodrigo, “Roli”, “Menu”, Gabriel, Ramón, y hasta hace un mes Pablito, que víctima de la inseguridad falleció. El es el ángel que cuida este oratorio.
Por parte de la Parroquia de Don Bosco: Julieta, Clara, Checho, Ismael, Pancho, Cristian, Nacho Dala y Emiliano.

¿Cuántos chicos tienen?

Más o menos son 45 chicos los que van a compartir las actividades del Oratorio, nada mas que es un número cambiante, porque muchas veces por acontecimientos que ocurren en el barrio se les hace imposible llegar, o los padres no los dejan.

¿Qué actividades realizan?

Nos juntamos los sábados a la mañana, jugamos un rato al fútbol o al voley, hacemos juegos como el hilo y aguja que va primero en el ranking de los más elegidos y nos cansamos un rato. Cuando ya todos estamos cansados nos sentamos a desayunar, algunos chicos tienen catequesis mientras que otros se cruzan a la salita de la “Sociedad de la Alegría”, donde pueden leer un rato, pintar, dibujar, etc.
Cuando termina la catequesis se juntan los dos grupos y jugamos un rato más, a la hora de irse hacemos una cortita oración, unas palabritas y cada cual se va para su casa.
Cuando termina el Oratorio nos quedamos un rato los animadores para comentar si hubo algún inconveniente o vimos algo raro, también estos momentos sirven para compartir entre nosotros y seguir fortaleciendo nuestros lazos de amistad.
También a la par del Oratorio o dentro de Oratorio como se le quiera decir, tenemos la Salita de la Sociedad de la Alegría, en la que funciona un taller de Corte y Confección para las mamas de los chicos, y también funciona la Biblioteca Popular Miguel Rúa.

¿Qué frutos han visto en los pibes?

Este oratorio se caracteriza por ser un campo verde, un campo pelado, que hace un año y medio lo comenzamos a sembrar, es por eso que de a poco se empiezan a ver los frutos, empezamos a ver como los chicos se empiezan a tratar bien entre ellos, se saludan y son amables, comparten todo tipo de actividades, se quieren como que si fueran todos de una misma familia.
Y de a poco también vemos como se van interesando por conocer un poquito a Dios, a ese Dios que los ama aunque ellos recién lo empiezan a conocer.
Son frutos pequeños, pero que llenan de alegría a uno que los va viendo crecer y madurar.

¿Qué significa para vos el Oratorio?

Para mi el Oratorio significa mi segunda casa, como la canción bien lo describe, Casa, Patio, Escuela y todo inspirado por nuestro Papá Don Bosco.
En el todos los que animamos vamos a guardar hermosos recuerdos, hermosas vivencias, pero por sobre todas las cosas vamos a guardar siempre la alegría de haber descubierto a ese Dios que no está encerrado dentro de una Iglesia, sino haber descubierto a ese Dios que vive, llora, sufre, se alegra y está entre los pobres.
Es por eso que el Oratorio siempre va a ser un lugar de encuentro directo con Dios a través de los pibes, y es eso lo que para nosotros los animadores y para mí significa.

Y para terminar…

Si tendría que decir algunas palabras para terminar lo único que le diría a todos los que nunca fueron a un oratorio es que se animen y vayan, que no tengan miedo, porque cada paso que dan es un paso más hacia Dios, y por lo tanto es Mamá María la que de la mano nos va llevando.
No tengan miedo a las trabas que les puedan ir poniendo en el camino, porque sirven para crecer, y tampoco se dejen llevar por las personas que piensan que todo esta perdido…
Hay gente que quiere ofrecer el corazón…

UN ABRAZO EN MAMÁ MARÍA PARA TODOS…